Hace unos meses (5), parece una eternidad, me quejaba de mi mala suerte, y al final solo ha sido eso, una queja, y una queja sin fundamento.
Y ahora solo me preocupa una cosa, bueno dos, cuando nos traerán el recibidor de nuestra casa y cuando nos pondrán la mampara del baño, porque al final le voy a pillar el gusto a cortina del baño y ya se sabe lo sentimental que puede llegar a ser uno que se encariña de algo y no lo suelta (de pequeño no me soltaba de una almohada que al final no acabó encontrando ni Paco Lobatón).
Porque como dice Andrés Montes "La Vida puede ser maravillosa, Salinas.." y en verdad lo puede llegar a ser, aunque no completamente siempre faltan flecos que ojalá se pudieran cortar, por desgracia no tienen solución, pero hay que tirar del carro y seguir para delante.
Y estas fotos son el inicio de una gran superproducción de Hollywood de esas de final feliz y abrazo con mariposas en el estómago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario